Las lesiones lo cambian todo



Una lesión inesperada cambió el rumbo de un joven futbolista veracruzano, enfrentándolo al dolor, la incertidumbre y la larga espera para volver a la cancha

Fue un 18 de diciembre de 2018, en el Puerto de Veracruz. El equipo rival, la Liga Municipal, mostraba su superioridad con tres goles de ventaja. El partido se tornó intenso y el cansancio pesaba, pero nadie imaginaba lo que estaba por suceder.

En una jugada final, un contragolpe puso a la defensa contra las cuerdas. Luis Ángel Pedraza Navarro quedó mano a mano con el delantero, forcejeando hasta el área. Cuando su portero, Zuriel Herrera Figueroa, salió a tapar el tiro, un mal cálculo cambió todo.


“Sentí que algo tronó”, recordó. El dolor fue inmediato, insoportable. Los paramédicos entraron de prisa mientras el silencio invadía la cancha. La promesa del deporte quedó suspendida en un instante.





El primer diagnóstico fue confuso: una lesión leve en los ligamentos. Sin embargo, la desconfianza llevó a buscar otra opinión médica. El resultado fue devastador: fractura de la espina tibial y ruptura del ligamento cruzado anterior.

La operación llegó tres días después. Un mes sin caminar, meses de rehabilitación y el anhelo de volver a jugar marcaron su recuperación. Aquella lesión no solo le quitó el balón, también le enseñó la fuerza que hay en no rendirse.

 Aquí te dejo un video sobre esta lesión



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